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Hostal Fonda Biayna
Descripción
El Hostal La Fonda Biayna, está en el centro de Bellver, en el corazón de la Cerdanya, en el Pirineo.
Es una casa señorial que conserva la esencia de las antiguas fondas de pueblo de montaña. De carácter familiar, cuenta con 16 habitaciones totalmente remodeladas y equipadas con baño completo.
La Fonda Biayna ofrece restaurante con una propuesta gastronómica propia basada en la cocina catalana, creativa y tradicional, vinculada a los productos y al sabor de la tierra. Entre las instalaciones encontrarás también un bar-cafetería, una sala de estar, una terraza (abierta durante los meses de verano) y acceso Wi-Fi a Internet.
Las habitaciones cuentan con baño completo y están completamente equipadas.
La Fonda cuenta con restaurante, bar-cafetería, sala de estar, terraza y acceso WiFi a Internet.
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No puedo valorar mi experiencia de forma objetiva ya que la Fonda no estaba disponible el dia de la reserva (cerrada por reformas) .En ningún momento se me comunicó que me encontraría con la maleta en la mano y sin alojamiento.
negativo:
El número de teléfono de contacto proporcionado no estaba operativo, era un contestador que solo repetía una y cien veces la misma historia.
El personal iba escaso de amabilidad. Nunca había nadie y tenía que llamar siempre. El primer día para que me abrieran la puerta y en el primer desayuno también. Y el chico ni saludaba prácticamente. La habitación parecía de los años 20 y el baño más pequeño imposible. Creo que necesita una reforma de todo. Lo siento pero no lo recomiendo.
positivo:
La situación céntrica del edificio es lo más destacable. Los embutidos del desayuno estaban buenos. Las tostadas estaban tostadas por solo una cara... El mantenimiento de la planta baja esta bien.
negativo:
Nos da mucha pena el estado de la habitación que nos tocó. La dejadez se hace patente en muchos puntos. Al ver el estado nos decidimos a leer las opiniones de la fonda en varios buscadores y nos dimos cuenta que las negativas eran todas auténticas, pues lo estábamos viviendo. El baño de la habitación necesita no ya un lavado de cara sino una reforma muy urgente. La silicona de la bañera mal puesta, juntas negras, la bañera con manchas oscuras sospechosas, no te podías sentar el taza del wáter sin tocar con las rodillas en la bañera (mido 1,69). Los muebles antiguos muy bonitos en las fotos pero al tenerlos enfrente podías ver que no habían sido restaurados. Ni se nos ocurrió dejar nuestras cosas allí. Maderas desclavadas, la silla rota, un colchón de muelles hecho polvo (como nuestras espaldas) en un plegatin, un agujero en la pared, etc. No dijimos nada en recepción porque estas cosas se ven perfectamente. No pudimos cambiar de hotel porque lo primero que hicieron en recepción después del buenos días fue cobrarnos y decirnos que el precio que pagamos por la reserva era muy barato. No repetiremos.
positivo:
Antiguo lugar. La habitación es muy antigua y le convendría unas reformas, pero por el precio no se puede pedir más. El menú muy casero y de calidad. El desayuno correcto. El trato muy bueno. Si se tiene presupuesto bajo es el sitio idóneo para visitar el lago Malniu que es una preciosidad y los Estanys de la Pera. El pueblo bien merece un paseo por su casco antiguo y su muralla. La comida casera.
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