Hace 35 años pasé unas vacaciones en Albufeira con mis padres, de las cuales guardaba un grato recuerdo: playas bonitas, un sitio con un encanto especial, de gentes sencillas, una zona en la que el turismo masivo todavía no había hecho acto de presencia y me apetecía mucho volver a visitar.
Pues bien, 35 años después, todo eso ha desaparecido, excepto sus playas y la costa que siguen siendo preciosas pero invadidas por apartamentos y hoteles, chiringuitos de playa de comida italiana, inglesa, hindú, etc. Si quieres comer o tomarte algo en un lugar característico, con paisanos en el bar echando una partida al dominó o bien charlando tranquilamente, un sitio donde puedas comer platos típicos de la zona, tienes que alejarte varias calles de la zona costera.
Hay una calle bastante cerca llena de sitios de copas y pseudo discotecas, por al cual es imposible pasear 20 metros seguidos sin que el relaciones públicas de turno te atosigue para que entres a tomar algo o cenar hamburguesas, pizzas, kebabs, etc., Calle que, en las fechas que fuimos (del 28 al 31 de marzo), estaba llena de guiris borrachos, armando jaleo, subidos en la mesa de billar, pasando de un local a otro dando voces y cantando al más puro estilo hooligans. Vamos, lo más parecido al famoso Magaluf de Mallorca. No quiero imaginar cómo se pondrá aquello en pleno verano.
El apartamento es infinitamente mejor de lo que me imaginaba habiendo leído el resto de opiniones de otros viajeros. Las camas son suficientemente cómodas para descansar. En tres días que estuvimos, pasaron todos los días a limpiar y no vi cucarachas, ni suciedad y no había ruidos molestos de ningún tipo.
Es cierto que el equipamiento de la cocina es menos que básico, no hay microondas, ni paños para fregar los platos, ni mantel, ni servilletas... pero por 75€ euros los tres días no se puede pedir mucho más. La cafetería da para poco más que tomar un café o una cerveza. Olvídate de desayunar y menos de comer en ella.
No volveré a la zona, ni aunque me regalen la estancia en un hotel de 4 estrellas.
positivo:
Relación calidad y precio del apartamento.
negativo:
La zona, pensada para un turismo de guiris.