
Opinión verificada
Sentimiento contradictorio.
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5
Calidad / precio
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7.5
Ubicación
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5
Decoración
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5
Habitación
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0
Instalaciones y servicios
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10
Atención del personal
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5
Limpieza
Clásico hotel antiguo con redecoración más o menos moderna, en la linea de los Ibis Style. La ubicación es relativamente buena: justo enfrente de la estación central de tren, no muy lejos del centro andando y con paradas de tranvía y autobuses en la puerta; lo que sucede es que el barrio hoy en día está un poco depauperado (inmigrantes, sex-shops...). A mi no me importa, pues estoy muy acostumbrado y, en cierta medida, hasta me gusta; pero hay gente a la que le puede incomodar.
El hotel está en obras, y solo estaban en uso dos plantas, y otras tres anuladas. Por lo tanto, no estoy seguro de qué servicios dispone. El desayuno nos lo dieron en recepción: no hay más que tres mesas, y dos de ellas con sofás bajos, muy incómodos para desayunar. Si es una medida transitoria, podría ser aceptable; pero, si no, es absolutamente insufuciente. Espero que disponga de un comedor en condiciones cuando funcionan las cinco plantas. El desayuno era suficiente, y por el precio no se puede pedir más: café, té o chocolate a elegir, pieza de bollería, yogurt y/o compota y zumo; además, había fruta, miel y crema de castaña a libre disposición.
Las habitaciones son pequeñas, y el baño más aún; aunque, por lo menos, había jabón y gel, ya hasta secador, que no es habitual en un dos estrellas. La parte negativa es que no tiene aire acondicionado (tampoco esperable en esa categoría), y hacía un calor de canícula (cerca de 40 grados); así que había dos opciones: dormir con las ventanas abiertas, soportando el ruido de la calle, o hacerlo con las ventanas cerradas, muriéndote de calor. Ambas malas. Aunque la cosa podría haber sido mucho peor, ya que todas las habitaciones disponían de dos ventiladores: uno en el techo (que casi no servía para nada) y otro más pequeño, que ese sí, era muy potente y nos alivió bastante. Buen detalle.
La limpieza era aceptable, pero mejorable; sobre todo en la ducha, que al ser tan antigua supongo que es difícil que luzca ya bien.
La amabilidad del personal extrema.
positivo: La amabilidad y, en cierta medida, la ubicación.
negativo: Las instalaciones. Veremos tras la reforma.