El hotel es muy bonito y está ubicado en una zona privilegiada con unas vistas a las montañas preciosas y también se ve el mar. Está decorado al estilo mozárabe y lleno de detalles curiosos.
En cuanto a las comidas, recomiendo ir con pensión completa, pues los precios son bastantes caros. Por poner un ejemplo: un salmorejo cuesta 9 euros y un cubata son 8 euros.
Una de las cosas que vi fatal es que el agua del hotel no es potable, es lo primero que te dicen en recepción y, además, hay carteles por todas partes puestos, pero lo malo es que si tienes sed, te cobran 2,5 euros por una botella de medio litro. Además, no hay nada cercano para poder comprar agua ni nada, tienes que ir al pueblo (Ojen) que está a unos 8 km o a Marbella a está a 10 km.
La otra pega es la falta de personal en el hotel, sólo hay un camarero para el bar y las mesas y siempre tienes que esperar para pedir o para comer.
En cuanto al Spa, está muy bien: hay 2 bañeras de hidromasaje, una de agua caliente y otra de agua fría (el de agua fría no funcionaba), una sauna y un baño turco.
La piscina es cubierta para invierno y para verano, en invierno está climatizada. Y además tiene chorros y una pequeña bañera de hidromasaje en la misma piscina.
El resto está bien en general, trato del personal, habitación amplia con nevera, camas muy cómodas, buenas vistas, etc. Es un hotel para desconectar y descansar. También se puede disfrutar de las playas de Marbella, donde se pueden alquilar motos acuáticas, lanchas, etc.
En definitiva: buena estancia y trato en general.
positivo:
Ubicación, precio y buena comida.
negativo:
La entrada al hotel es lo peor ya que no está señalizada y para entrar hay que serpentear un poco. El precio del bar y restaurante.